9.21.2010

La adoración a Dios se “AASE”


(Salmos 150)

Si eres de los que piensa que para adorar a Dios hay que leerse dos tomos de teología sistemática, o devorarse un diccionario de la lengua, o componer poemas como Rubén Darío o tocar el piano como Richard Clayderman o cantar como Steve Green, estás muy equivocado, porque no es la forma, el estilo y la instrumentalización de la adoración lo que enternece el corazón de Papito Dios, sino la actitud del adorador, pues una buena actitud trae como consecuencia una buena acción. Si lo que deseas es adorar a Dios con todo tu ser sólo necesitas recordar algo sencillo: “la adoración se hace con AASE”.

La primera “A” nos habla de agradecimiento. Una persona con la actitud de querer dar gracias al Señor por todo lo que le ha dado y por todo lo que no le ha dado, es decir, de lo que le ha librado, es una persona que ya está enchufada con el corazón de Dios, pues la gratitud le permitirá ver la bondad de Dios hasta en la respiración y lo que se come.

La segunda “A” nos habla de alabar, de elogiar, de reconocer los méritos o hazañas de alguien. De manera que cuando queremos adorar a Dios debemos pensar en dos cosas: lo que es y lo que hace. Los atributos de Dios tales como ser omnipotente, omnisciente, omnipresente, amoroso, justo, santo, bueno, misericordioso, perdonador y muchos más son suficientes para adorarle, sin embargo tenemos que considerar también todas sus grandes obras, tales como el universo, la vida humana, la obra redentora de Cristo, etc.

La “S” nos habla de sometimiento, de obediencia. Para Dios es mucho más importante la obediencia que los sacrificios o la excelencia de la música y la oración para Él. Si hemos de cumplir sus mandamientos debe ser no por miedo al castigo, sino por amor a Él y como un acto de adoración. Amarlo es obedecerlo, es renunciar a la rebeldía.

La “E” nos habla de enamoramiento. Un corazón enamorado es un corazón enternecido que en ocasiones ni siquiera necesita de palabras bonitas o formas rebuscadas. Quien se postra ante el Señor lleno de amor puede aún estar en silencio derramándose a sus pies.

Si de veras quieres adorar a Dios en espíritu y verdad, recuerda como se “AASE”.

Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.

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