10.21.2010

¿Será pecado disfrutar de los placeres de la vida?

(Eclesiastés 5:18-20; Romanos 14:17)

¿Todos los placeres son malos o pecaminosos? ¿Disfrutar del matrimonio, del trabajo, del estudio, de la belleza de la naturaleza, de orarle y cantarle a Dios, de mejorarle la vida a un ser humano, de los hijos y la vida, será pecado? ¿Habrá placeres santos y pecaminosos? vida, estaría en pecado? ¿Habrá placeres santos y pecaminosos?Un pastor en un país escandinavo llegaba los domingos a la iglesia patinando sobre sus esquís ya que la nieve era demasiada y él no contaba con un trineo tirado por perros. Debido a que el patinar sobre el hielo era considerado en esa cultura como una diversión, se desató una polémica entre la feligresía sobre si era correcto o no que en el día del Señor el pastor esquiara. Finalmente los ancianos de la congregación luego de debatir el asunto llegaron a una conclusión que comunicaron al ministro:

“Pastor, usted bien sabe que el esquiar es considerado un acto de placer y no está bien que usted lo haga en el día del Señor. Pero por otro lado sabemos que no tiene otro medio de transporte y que debe llegar desde muy lejos. Es por ello que hemos concluido que si usted ve el patinar desde su casa hasta aquí como un trabajo, como un acto penoso y nada placentero, está bien. Pero si usted lo disfruta y lo ve como un placer, entonces no es correcto. La pregunta es: ¿disfruta usted el esquiar los domingos o lo ve como un trabajo?

Hoy en día podemos reírnos de esa situación pero para esa época y cultura el asunto era serio. Actualmente, en el inconsciente colectivo de muchos cristianos, aún persiste la idea de que todo placer es malo, que el matrimonio, el trabajo, la evangelización, la oración y la reunión cristiana deben ser actos de sufrimiento. Es como si el ascetismo persistiera en nuestras mentes. Los ascetas aparecieron después del siglo IV en Europa y creían que si se aislaban del mundo, si se daban latigazos, comían desperdicios, vestían andrajosos y olían a “santidad”, eran mejores cristianos. Pero eso no es así, Dios es un Padre bueno y desea lo mejor para sus hijos. ¿Acaso los padres no llegan incluso hasta el sacrificio sólo para ver a sus hijos disfrutar de buena comida, ropa y salud? ¿O crees que Dios un padre pervertido que sólo quiere verte sufrir? Jesucristo ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Más bien el pecado es despreciar y no disfrutar de los santos, puros y agradables placeres que Dios nos da; eso sí lo ofende y entristece.

No olvides entrar a www.comunicacionescristianas.com y registrarte, pues es necesario que los grandes medios de comunicación cristianos en el mundo se den cuenta de que el público está clamando a Dios por cosas nuevas, profesionales e impactantes para los no cristianos. Pero no lo hagas sólo, invita a unas 100 personas más.

Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.

10.19.2010

Isaac y Rebeca, dos tortolitos

(Génesis 26:6-13; Proverbios 5:18-19)

Las caricias y demostraciones de afecto entre los cónyuges no tienen edad de jubilación, por el contrario, con el pasar de los años dichas manifestaciones deben ser procuradas para mantener vivo el amor y el romance dentro de la pareja. Los esposos que se saben prodigar caricias y palabras tiernas, aunque estén ancianos, no sólo se reafirman el uno en el otro emocionalmente, sino que nutren la relación, fortalecen la sana convivencia, son más saludables y dan un bonito ejemplo a hijos y nietos sobre el amor matrimonial.

La Biblia en el libro de Génesis nos muestra un cuadro enternecedor que refleja muy bien la manera como se llevaban Isaac y Rebeca, dos esposos mayores que estaban en una tierra extranjera sobreviviendo a un tiempo de economía escasa. Al llegar a la región de Gerar, Isaac, el hijo de Abraham, al notar que Rebeca, la dama que tiene como esposa, era una preciosa mujer, le pide que por favor diga que es su hermana y no su esposa, pues él calcula que en esas tierras donde no hay temor de Dios cualquiera podría matarlo sólo para robarle a su amada. El plan parece marchar bien, además su papá Abraham también lo había ejecutado de manera igual. Pero sucede que Isaac es de esos esposos que mima a su princesa, que la acaricia, que le dice cosas lindas al oído, y a la vez, uno de aquellos que se siente complacido cuando su esposa le pasa su suave, pequeña y delicada mano por el rostro, por el cabello, le habla a un centímetro de su boca y le da tiernos besos. Y aconteció que en uno de esos días en que los dos estaban como tortolitos en un lugar donde se supone que no iban a ser detectados por algún paparazzi, el rey Abimelec, asomándose por la ventana, vio la escena y se sorprendió. ¡Ajá! Dizque hermanos, estos dos son pareja y se aman de verdad, concluyó el monarca. Razón por la cual mandó a llamar a Isaac y lo confrontó. Isaac entonces no tuvo más remedio que decir la verdad y confesar que temía que la gente del lugar al ver ese pastelito que tenía como esposa, intentara matarlo y quitársela. Pero la situación fue aprovechada por Dios para resolverla de manera muy favorable para Isaac y Rebeca. Seguro que a partir de ese día, aunque fueran mayores, ya podían andar abrazaditos.

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“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
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10.18.2010

La bendición de la oración

(1 Tesalonicenses 5:17)

Para tener una mejor comprensión sobre la bendición que es la oración primero hay que contar que significa la palabra Sion. Es primeramente el nombre de una de las cumbres de la cadena montañosa del Hermón. Igualmente una colina sobre la que se levanta la ciudad de Jerusalén y por ello también la misma Jerusalén. Después vino a significar el templo que Salomón construyó en el monte Moria. De igual manera es el nombre para la nación judía. Y también, en sentido figurado, es la patria celestial, de forma tal que cuando un cristiano dice que su ciudadanía no es de este mundo sino de Sion se refiere a que por la fe pertenece al cielo, donde tiene su morada eternamente.

Habiéndose entendido el significado de Sion he aquí una breve canción que con pocas palabras terminadas en “cion” describe la bendición que es para el ciudadano de Sion practicar la disciplina espiritual de la oración, haciéndola siempre con devoción y sin ninguna interrupción.

Si ves que en tu vida no hay manifestación de la presencia del Espíritu Santo que es la misma unción, recurre de inmediato a Dios en oración, porque en ella siempre habrá un recurso de inspiración, también te proveerá suficiente iluminación y para la toma de decisiones la necesaria orientación.

Ella es para el enfermo el toque de sanación, para el necesitado la chequera de provisión y para el que está atemorizado una segura protección. Y cuando el ego emerge y requiere crucifixión en la oración están la victoria y la consecuente resurrección.

Y esto no es solamente una mera impresión sino que es la enseñanza de su Revelación, la cual es su Palabra y una contestación a las preguntas del hombre que busca salvación. Ya ha llegado el fin de esta canción usada como método de recordación para enseñar la importancia que tiene la oración y animar a la gente a practicarla en toda ocasión.

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Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.