4.27.2010

Cazando Zorras Pequenas

Los pequeños malos detalles cuando se hacen frecuentes se tornan en muy peligrosos, pues por ser pequeños pasan inadvertidos por nuestro puesto de control, ya que cruzan de a uno por uno, pero cuando se juntan se convierten en un gigantesco problema. Tal vez no le prestes atención a una hormiga que anda merodeando por un poco de miel que regaste sobre la mesa, pero si no exterminas esa hormiga y limpias las pequeñas gotas del dulce, y te vas, cuando regreses ya no vas a encontrar una hormiga, sino un enorme ejército que ha hecho camino desde la pared hasta tu mesa de comedor. Y así también acontece con esos minúsculos y odiosos detalles de nuestra parte cuando no se corrigen y se hacen repetitivos. Después de un tiempo dichas pequeñeces se convierten en enormes e inaguantables conductas que la gente no está dispuesta a soportar y que a nosotros nos cuesta superar, por cuanto se nos han vuelto hábitos.

El amigo que se la pasa pidiendo favores y le gasta la paciencia a su compañero sin considerar que una cosa es la amabilidad y otra la obligación. El marido que confunde la amorosa atención de su esposa con el trabajo forzado de una esclava. El hijo que no aprecia el voto de confianza que le dan sus padres y se imagina que el permiso para salir socialmente es un derecho que por fin se le reconoce. La mujer que no valora los esfuerzos de su esposo para darle gusto y cree que a los hombres hay que exprimirlos para que saquen el dinero escondido. Y el vecino que barre la basura hacia la casa del lado y estaciona el auto tapándole la salida del garaje pensando que la tolerancia es una autorización para ser abusivo. Son todos ellos pequeños detallitos que cuando se hacen constantes y se juntan provocan desastres. Sí, una pequeñez, una sola, se puede pasar por alto, pero cuando esas pequeñeces se repiten una y otra vez, terminan por minar la paciencia y provocan que en algún momento el globo no soporte más la presión y explote. Las zorras pequeñas son las que echan a perder las grandes viñas, los lindos matrimonios, las viejas amistades, los buenos negocios y la vida espiritual del cristiano que de a poco descuida su vida devocional creyendo que falló sólo un día y nada más.

Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.

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